En la actualidad estamos inundados con noticias acerca de la enfermedad COVID-19, las personas afectadas incluso el número de muertes en los diferentes países, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas restrictivas para detener su propagación.
Este gran cambio en nuestras rutinas no solo afecta emocionalmente a los adultos sino también a los niños y adolescentes, pasaron de asistir al colegio y compartir con sus compañeros, a ver clases virtuales, además sin poder acudir a parques, cumpleaños, visitar a los familiares y amigos, obligando a la familia estar confinados 24/7. Toda esta situación puede generarles miedo intenso, ansiedad, angustia, irritabilidad, enojo, como también revivir recuerdos de vivencias traumáticas anteriores, falta de concentración y problemas en el sueño.
Les comparto unas recomendaciones:
❗Recuérdeles que esta situación es TRANSITORIA.
❗Durante el acompañamiento para estudiar, tome una actitud de apoyo, recuerde que usted no es su maestro y ellos ante la presencia de los padres pueden sentirlo como una presión que los condiciona en su rendimiento.
❗Establezca horarios, para realizar tareas y que cumplan sus responsabilidades en base a su edad.
❗Promueva tiempo para el juego libre, deporte, movimiento corporal en función del espacio físico con el que se cuente.
❗En relación al uso de pantallas, considere ser flexible entendiendo que se trata de una situación crítica temporal.
❗Trate de generar diferencias entre los horarios y rutinas de Lunes a Viernes y de los fines de semana (ver películas en familia, organizar juegos de mesa, un picnic, karaoke…)
❗Busque la forma de conciliar la vida familiar y laboral organizando los horarios con el padre, familiares u otros apoyos, si los hubiera.
❗Trate de aprovechar la situación para pasar más tiempo de recreación en familia.
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